"Todo sistema de dominación es un eficaz fabricante de esencias [...] A la individualidad como tal no se la puede oprimir sino en la medida en que previamente se la ha transmutado en esencia [...] Que exista, pues, todavía el "eterno femenino" y no "el eterno esclavo", "el eterno siervo" o "el eterno proletario" prueba simplemente que el sistema de dominación masculina dura más".
AMORÓS, Celia (1985). Hacia una crítica de la Razón Patriarcal. Barcelona: Anthropos
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